En la costa atlántica de Marruecos, a pocos kilómetros de Tánger, se encuentra Asilah, con sus casas encaladas, murallas históricas y un ambiente relajado, Asilah se ha ganado un lugar especial en el corazón de los viajeros. Pero, ¿qué hace de esta ciudad un destino imprescindible?(viajar a Asilah)
Asilah tiene una historia que se remonta a más de 2,000 años. Fundada inicialmente por los fenicios como un puerto comercial estratégico, la ciudad ha sido testigo de la influencia de diversas culturas a lo largo de los siglos.
Durante el período portugués, en el siglo XV, se fortificó con las murallas que todavía rodean su medina. Más tarde, bajo el dominio español, Asilah adoptó elementos arquitectónicos que aún se pueden apreciar hoy.
En el siglo XX, la ciudad experimentó un renacimiento cultural gracias a iniciativas como el Festival Internacional de Arte, que transformó a Asilah en un punto de encuentro para artistas y creativos de todo el mundo. Este rico legado histórico y artístico es una de las razones principales para visitarla.
La medina de Asilah es una de las más encantadoras de Marruecos. A diferencia de otras medinas abarrotadas, aquí las calles son tranquilas y están impecablemente cuidadas. Las fachadas blancas, adornadas con detalles azules, crean una atmósfera serena y refrescante, perfecta para paseos relajados.
Las murallas que rodean la medina ofrecen vistas espectaculares del océano Atlántico, especialmente al atardecer. No te pierdas el Borj Al Kamra, una torre de vigilancia histórica que ofrece un vistazo al pasado defensivo de la ciudad.
Asilah se ha convertido en sinónimo de arte y creatividad. El Festival Internacional de Arte de Asilah, que se celebra cada verano, atrae a artistas de todo el mundo para pintar murales, exponer obras y participar en talleres. Estos murales permanecen durante todo el año, convirtiendo a la ciudad en una galería al aire libre.
Ningún viaje a Asilah está completo sin disfrutar de sus playas. La más famosa es Playa Paradise, un paraíso de arena dorada y aguas cristalinas, ideal para nadar, relajarse y disfrutar del sol. Si prefieres algo más activo, muchas playas cercanas ofrecen actividades como surf y kitesurf.
La cocina de Asilah es una celebración de los sabores tradicionales marroquíes con un toque especial de mariscos frescos. No puedes visitar la ciudad sin probar un tajín de pescado, una delicia cocinada con especias locales y vegetales frescos. Otros platos destacados incluyen la harira (una sopa especiada) y el cuscús de marisco.