Marruecos alberga algunas de las regiones desérticas más famosas del mundo. El desierto del Sahara es el desierto cálido más grande de la Tierra, y se extiende por varios países del norte de África, gran parte de los cuales se encuentra en Marruecos. En cuanto al territorio marroquí, las zonas más destacadas son Erg Chebbi y Erg Chiga, que son dos mares de dunas de arena que ofrecen experiencias contrastadas,Desierto de Marruecos.
Marruecos es hogar de algunas de las zonas desérticas más icónicas del mundo. El Sáhara, el desierto cálido más grande del planeta, se extiende por varias naciones del norte de África, y Marruecos alberga una parte significativa de él.
Dentro del territorio marroquí, las zonas más destacadas son el Erg Chebbi y el Erg Chigaga, dos mares de dunas que ofrecen experiencias contrastantes.
Una de las experiencias más populares en el desierto marroquí es visitar las dunas de Erg Chebbi. Estas dunas de arena cercanas a la ciudad de Merzouga se extienden a lo largo de varios kilómetros y proporcionan un entorno ideal para diversas actividades:
Para aquellos que buscan una experiencia más remota y auténtica, Erg Chigaga es el lugar ideal. A diferencia de Erg Chebbi, Erg Shiga es menos turístico, lo que permite disfrutar de la naturaleza en estado puro. Aquí el silencio es abrumador y las noches estrelladas ofrecen un espectáculo natural incomparable.
Entre las actividades recomendadas en Erg Chigaga se incluyen largas caminatas por las dunas y la observación de estrellas, donde podrás apreciar la Vía Láctea en todo su esplendor.
El desierto marroquí no es sólo un lugar para admirar; También es el lugar perfecto para la aventura. Algunas de las actividades más interesantes que puedes realizar incluyen:
Pasar una noche en el desierto no es algo que quieras perderte. Hay muchas opciones de alojamiento, desde campamentos de lujo con todas las comodidades modernas hasta opciones más sencillas donde dormir en una tienda de campaña tradicional bereber. Sea cual sea tu elección, nada supera la experiencia de mirar al cielo y ver millones de estrellas brillando como nunca antes.
El clima en el desierto es extremadamente caluroso, con temperaturas en verano que pueden superar los 40°C y noches frías, especialmente en invierno, donde las temperaturas pueden bajar de los 0°C. La mejor época para visitar el Sahara marroquí es el otoño y la primavera, cuando las temperaturas son más moderadas.
La comida es una parte importante de la experiencia del desierto. Los bereberes suelen servir platos tradicionales como tajín y cuscús, cocinados lentamente al fuego. Especias como el comino, el azafrán y el cilantro desempeñan un papel importante en la cocina sahariana.
El desierto no es sólo un lugar físico; También es un espacio para la contemplación y la contemplación. Mucha gente viene al desierto en busca de conexión espiritual, atraída por la paz y la soledad que ofrecen estos paisajes. Algunos campamentos ofrecen sesiones de meditación y yoga donde desconectar del mundo moderno y redescubrirse a uno mismo.
Los oasis son una característica maravillosa del desierto. Estos lugares de vida verde, como el famoso Oasis de Skoura, son esenciales para la supervivencia en el desierto porque proporcionan agua y alimentos a las comunidades que viven en estas zonas.
El Sahara marroquí es un lugar lleno de misterio, belleza y aventura. Las interminables dunas de arena, la cultura beduina y los magníficos paisajes lo convierten en un destino único para quienes buscan algo más que una escapada.