Marruecos, un país donde el desierto se funde con el mar y las montañas esconden pueblos milenarios, es el destino perfecto para quienes buscan una experiencia única llena de cultura. Desde las laberínticas medinas imperiales hasta las dunas doradas del Sáhara, Marruecos ofrece una mezcla irresistible de tradición y modernidad(Ofertas de viaje Marruecos).
Viajar a Marruecos nunca ha sido tan accesible. Gracias al auge del turismo sostenible y las conexiones aéreas directas con Europa, hoy existen paquetes turísticos y escapadas con precios competitivos durante todo el año.
Las agencias especializadas en Marruecos ofrecen ofertas completas con vuelo, alojamiento y excursiones desde ciudades como Madrid, Barcelona, París o Lisboa. Estos paquetes suelen incluir visitas guiadas a Marrakech, Fez, Casablanca y Chefchaouen, con opciones para extender la estancia en el Desierto de Merzouga o en la costa atlántica de Essaouira.
Si tu sueño es dormir bajo las estrellas del Sáhara, existen numerosas ofertas de circuitos por el desierto de Merzouga o Zagora, que incluyen transporte en 4×4, paseo en camello, y alojamiento en campamentos de lujo.
Marruecos es un país lleno de contrastes, donde cada región ofrece una experiencia distinta. A continuación, te presentamos las escapadas más populares y recomendadas para aprovechar tu viaje al máximo.
La ciudad roja es una parada obligatoria. Pasear por la Plaza Jemaa el-Fna, perderse en los zocos llenos de artesanía y visitar el Palacio de la Bahía o los Jardines Majorelle .
Además, desde Marrakech puedes realizar excursiones de un día a:
Las Cascadas de Ouzoud, las más altas del norte de África.
El Desierto de Agafay.
El Valle de Ourika, donde se mezclan naturaleza y cultura bereber.
Fez es conocida por su medina medieval. Sus madrasas, talleres de cuero y callejones laberínticos transportan al visitante a otra época.
Meknès ofrece una atmósfera más tranquila, con monumentos majestuosos como la Puerta Bab Mansour y las antiguas caballerizas reales.
Sus calles pintadas de azul, sus mercados locales y su ambiente relajado la convierten en la escapada perfecta para los amantes de la fotografía y el arte.
Nada se compara con ver el amanecer sobre las dunas del Sáhara. Desde Erfoud o Rissani puedes adentrarte en el desierto, montar en camello y dormir en un campamento nómada bajo un manto de estrellas.
Esta ciudad portuaria, bañada por el Atlántico, combina historia, arte y tranquilidad. Su medina amurallada, su puerto pesquero y sus calles llenas de galerías de arte la hacen ideal para una escapada de fin de semana.
Planificar un viaje a Marruecos requiere conocer algunos detalles prácticos que harán tu experiencia más cómoda y auténtica.
La mejor época para visitar Marruecos es en primavera (marzo a mayo) y otoño (septiembre a noviembre), cuando las temperaturas son agradables y los paisajes están en su máximo esplendor. El verano puede ser muy caluroso, especialmente en el sur y el desierto, mientras que en invierno las noches en el Sáhara pueden ser frías.
Probar la cocina marroquí es imprescindible. Algunos platos que no pueden faltar son:
Couscous tradicional, servido con verduras y carne.
Pastela, una delicia de pollo o marisco envuelta en masa filo.
Té a la menta, símbolo de hospitalidad y convivencia.
Hospedarte en un riad, casas tradicionales con patios interiores decorados con mosaicos.
Ver la puesta de sol en las dunas de Merzouga.
Adentrarte en el Atlas y conocer pueblos que conservan su autenticidad.
Marruecos ofrece una diversidad inigualable en un solo país: historia, aventura, mar, montaña y desierto.